[post_page_title]Mucho Ruido[/post_page_title]
Al hacer esto, el carro comenzó hacer un ruido un poco extraño, los jóvenes se asustaron muchos, sin embargo después de unos minutos, se acostumbraron al ruido y esperaban ver con ansias si pasaría algo más. Muy pronto, se produjo un estallido en el lugar más inesperado: uno de los neumáticos traseros.
Sus primeras reacciones fueron simplemente seguir gritando, apenas audibles por encima del ruidoso motor: “¡Dios mío! Oh, Dios mío”, Esto continuó por un buen tiempo. Sin embargo, este no sería el fin, ya que una nueva sorpresa les esperaba a los alocados chicos.